sábado, 11 de mayo de 2013
Monacato en Egipto
El monacato en Egipto radica esencialmente con san Atanasio, que significa “inmortal”. Este santo nació en naturalmente en Egipto, en la ciudad de Alejandría, en el año 295. Dentro de sus estudios está el de derecho y teología. Su vida se desarrolló en un yermo, para llevar una vida solitaria, allí hizo amistad con los ermitaños del desierto, cuando volvió a la ciudad, se dedicó totalmente al servicio de Dios.
San Atanasio acompañó siendo diácono uno de los primeros concilios ecuménicos, el de Nicea, sosteniendo la verdad católica y teniendo disputas con herejes, siendo perseguido san Atanasio por los arrianos continua con su ministerio como patriarca. Así siguió predicando la doctrina católica y años más tarde cuando se encontraba en Alejandría se halló con que lo querían aprender de nuevo. San Atanasio logra escapar y se refugia en el desierto de Egipto, donde le dieron asilo por seis años los anacoretas hasta que pudo volver a reintegrarse a su sede episcopal.
Otro gran santo que encontramos en la vida del monacato en Egipto es san Jerónimo. Padre y doctor de la Iglesia (Estridón 374 – Belén 420). Perteneciente a una familia cristiana católica rica, cursó estudios en Roma se apasionó por la cultura clásica. Bautizado por el Papa Liberio se mantuvo en el desierto de Antioquía donde vivió como anacoreta y estudio hebreo. A él se debe la traducción al Latín de la Biblia, la Vulgata.
Surge también el anacoretismo en Egipto con un religioso de nombre propio. La vida de San Antonio escrita por san Atanasio de Alejandría, que tiene por finalidad demostrar cómo San Antonio, a través de una ascesis cada vez más rigurosa alcanzó la meta de los iniciados en los misterios de Dios. El monacato anacorético principalmente versa sobre los siguientes puntos: • El radicalismo cristiano: Abandono de todo y consagración plena a Dios. • Sujeción a la Iglesia: Sometidos a los obispos y presbíteros. • Soledad: Que se busca para relacionarse y escuchar mejor a Dios. • Lucha contra demonios: Representados en el recuerdo de la familia, la lujuria. • Crecimiento espiritual: Contemplación como camino al Paraíso. • Oración • Trabajo: Para ganarse todo con el sudor de la frente y compartirlo mediante la hospitalidad. • Ascesis: Vigilias, ayunos, cilicios, sueño escaso para que los placeres no ganen terreno. Y el estilo de vida de los anacoretas. • Viven en celdas: Con recibidor, taller, oratorio, dormitorio, cocina, almacén y letrina. • Trabajo: Fabricación de esteras, cestos de junco. • Alimentación: Ayuno ininterrumpido que consistía en pan, sal y agua, y dos o tres días sin probar alimento. • Hábito: Que los distingue y hace distintos del resto de la gente. • Cooperación Monástica: Reuniones privadas de monjes. • Liturgia: No se celebra Eucaristía diaria. • Colaciones: Conversaciones espirituales, dirigidas por un adulto.
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